viernes, 25 de junio de 2010

DEBATE EN TORNO A LA DVALUACIÓN

NI DOLAR CARO NI DOLAR BARATO

En la carta de lectores del día sábado 19 de junio fue publicada una nota con el título ¿solo un dólar caro? firmada por un estudiante de ciencias económicas. La tesis central es que un dólar alto, conjuntamente a una política de retenciones y acuerdo de precios beneficia a los trabajadores, comerciantes y empresarios PyME.

Me interesa entrar en un debate franco con esta postura, a la que considero falsa.

La política cambiaria tiene que ver, siempre, con los intereses patronales. A veces es usada para desvalorizar los salarios, por ejemplo por medio de la devaluación y la inflación, y otras veces para disciplinar a la fuerza de trabajo, mediante la deflación, o sea la tendencia a la depresión y al desempleo.

La disyuntiva entre dólar alto y dólar bajo es una pelea de sectores de la propia burguesía, entre los exportadores de materias prima y los importadores de bienes y servicios.

El debate sobre el peso y el dólar tiene, además, una falla metodológica de fondo, porque no tiene en cuenta los explosivos desequilibrios de la economía capitalista internacional en bancarrota. Deja traslucir los intereses particulares de uno u otro grupo capitalista. Ignora también el carácter periférico del capitalismo en Argentina, que siempre está forzado a aceptar los golpes de la crisis mundial y nunca a devolverlos.

El Partido Obrero denunció en forma enérgica e implacable que el plan de convertibilidad (dólar barato) constituía el andamiaje económico que posibilitó una confiscación fenomenal de los recursos de nuestra patria y una brutal superexplotación de nuestra clase obrera. Con relación a la confiscación del patrimonio público hay que decir que bajo la convertibilidad se entregaron las empresas estatales a precios irrisorios, bajo la convertibilidad se fue a las nubes la deuda del sector público y privado, y que fue durante la convertibilidad que se privatizó el sistema de jubilación estatal, etc.

Por otro lado, el dólar caro (la devaluación) favorece la especulación financiera y comercial, provoca inflación creciente que desvaloriza los salarios, lo cual es manifiestamente contrario al bienestar de los trabajadores.

Esta política devaluacionista está orientada a beneficiar a los pulpos exportadores, a ciertos sectores de industriales que producen para el mercado interno y a los banqueros (sean “nacionales” o extranjeros).Es decir, bienestar para los capitalistas a costa de la carestía de los trabajadores.

La cuestión no es la política cambiaria; es la organización capitalista de la sociedad.

La realidad es una prueba irrefutable. La inflación del 35% se ha comido los miserables aumentos salariales que en muchos casos no llegan al 20%, la gran mayoría en cuotas hasta diciembre. Pero los trabajadores se organizan en todos los lugares de trabajo para derrotar los despidos y las suspensiones, las vacaciones adelantadas y los topes salariales que pactaron las patronales, las burocracias sindicales y el gobierno.

El autor de la nota dice “el tipo de cambio real competitivo, complementado con un esquema de retenciones, compensaciones y acuerdos de precios… permite incrementar simultáneamente el empleo y los salarios reales”. Que dirán, por ejemplo, los obreros de las tripas del parque industrial que en los próximos días se van a quedar en la calle¿?

La reducción del desempleo en la era kirchnerista se logro sobre la base de la proliferación del trabajo en negro. Por lo tanto en realidad no se redujo el desempleo sino que se masifico la precariedad laboral

La propia CGT del ultra oficialista Moyano ha debido reconocer que al día de hoy hay más de 3 millones y medio de personas desempleadas, es decir, un 17%. Pero hay algo que agrava aun más la situación y es que entre aquellos que están ocupados hubo un retroceso de los empleos estables y en blanco y un incremento de los precarios, en especial entre la franja que está “en negro” y en ocupaciones de changa o ambulantes.

Son más de 8 años de vigencia del modelo devaluatorio, compensaciones (es decir subsidios a los capitalistas) retenciones y la realidad es muy distinta a lo que nos quiere hacer creer el oficialismo.

Entonces… De qué habla cuando dice que la devaluación permite incrementar el empleo y los salarios reales?

Un dólar a un peso o un dólar a cinco pesos no beneficia a ningún trabajador sino a algunas de las facciones de la burguesía en disputa. El bienestar de los trabajadores no está determinado por la política cambiaria sino por el éxito de su lucha contra la clase capitalista y sus gobiernos.

Para la clase obrera, la única salida es luchar por un salario igual a la canasta familiar y atar los salarios a la inflación organizándose de forma independiente del gobierno y de la burocracia.


PARTIDO OBRERO

25 de MAYO