La reunión que mantuvieron el Sindicato de Trabajadores Municipales y Borrego no arrojó ninguna noticia positiva para los trabajadores, sino todo lo contrario.
El hecho es que en declaraciones realizadas por la intendente, dicha reunión ha cerrado definitivamente la puerta a una recomposición salarial.
Según Borrego, estarían trabajando “en algo mucho más amplio que el aumento salarial" (La Mañana 08/03/10). ¿De qué se trata? Sólo pretextos para no pronunciarse sobre la cuestión de fondo. Pero es inútil tapar el sol con las manos.
Por su parte, el secretario del STM "entendió el rojo del municipio", lo que traducido significa que van a entregar el salario sin luchar.
Estas declaraciones desnudan lo que el PO viene caracterizando desde hace un tiempo: estamos en presencia de un municipio quebrado que no puede satisfacer las demandas salariales mínimas ni garantizar el trabajo en blanco. Un gobierno que beneficia a los capitalistas con exenciones impositivas y subsidios (el ejemplo más claro son las donaciones de tierras del parque industrial). El mismo gobierno que a su vez descarga la crisis económica sobre las espaldas de los trabajadores con salarios congelados, precarización laboral, despidos y suspensiones.
Los bajos salarios son comidos todos los días por la inflación. La carestía golpea con fuerza a los trabajadores.
El paradigma kirchnerista de salarios bajos, trabajo en negro y explotación laboral es reproducido íntegramente por la continuidad política del graucismo. Esta es la demostración más clara de que la oposición que plantea la UCR, los PRO y compañía, es una farsa oportunista para alcanzar el poder y luego gobernar con “nuevos métodos” pero para el mismo sector: el capital.
Por otro lado decimos que un sindicato integrado plenamente al engranaje político del estado municipal nunca puede llevar adelante una defensa integral de los derechos de los trabajadores por el simple hecho de que tiene compromisos políticos que honrar. De ahí la necesidad de conformar una agrupación de municipales independiente de la burocracia y del gobierno, que se ponga a la cabeza de la lucha salarial y de la defensa del empleo.
El Partido Obrero plantea que hay una salida a la bancarrota del municipio. Fuerte impuesto progresivo a las grandes fortunas, no a los subsidios ni exenciones impositivas al gran capital del parque industrial, basta de persecución fiscal a los que menos tienen, impuesto inmobiliario rural acorde al valor de la hectárea (en la actualidad pagan 60 veces menos que el valor real de la tierra debido a que las valuaciones fiscales son truchas).
Es esencial forjar una verdadera democracia desde abajo para oponerla a la burocracia desde arriba, con asambleas por sector, asamblea general de trabajadores, conformación de una comisión interna, delegados elegidos en asambleas, organizar comisiones investigadoras de posibles irregularidades financieras.
La crisis ha puesto en la agenda de los municipales la lucha por paritarias provinciales con delegados electos en asambleas para conseguir un salario básico de $2000, la derogación del estatuto reaccionario, la defensa de los puestos de trabajo, el pase a planta permanente de todos los contratados y que se reconozca su antigüedad, la restitución del 2% de antigüedad, el control de los libros contables de la municipalidad realizado por comisiones de trabajadores donde se investiguen posibles desfalcos comunales.
Como medidas de emergencia, es necesario un aumento del 30% del básico, el blanqueo de las sumas en negro y que el Concejo Deliberante prohíba las suspensiones y despidos.
La presente situación va a estar determinada por la firmeza, claridad y predisposición a la lucha de los trabajadores municipales y no por acuerdos espurios entre la burocracia y el gobierno.
El Partido Obrero se pone a disposición de los municipales para tal fin. Para que la crisis no la descarguen sobre los trabajadores.